Cossetània Edicions i
El Punt van publicar l'any 2004 el llibre
Els Borbons en pilotes, que Alhena Media va editar en castellà amb el títol
Los Borbones en porretas. Ara, el bloc
Parcela del cielo se'n fa ressò i publica el següent:
"De Felipe V, que reinó a principios del siglo XVIII, a nuestro coetáneo el príncipe Felipe, todavía por reinar, esta es la completa saga de los doce borbones de que se ocupa este curioso libro, donde aparte de ofrecernos cronológicamente, uno a uno, una sucinta biografía histórico-política del personaje, sobre todo se detiene en lo referente a sus vidas amorosas y sexuales, en un tono desenfadado pero con el rigor documental exigible a una obra de este tipo. También incluye un árbol genealógico de los Borbones y, al final, una minuciosa bibliografía.
Lástima que a día de hoy todavía no exista la traducción al castellano de este interesante y ameno libro (portada en la imagen), pues ampliaría muy considerablemente el acceso de lectores sin duda interesados en la temática tratada. Aunque publicado en catalán, contiene bastantes párrafos en castellano, pues se trata de citas textuales donde se ha respetado el idioma de procedencia.
Constan nueve autores de los textos y otros cuatro de las ilustraciones y dibujos, es decir, un trabajo muy repartido. Sus nombres pueden leerse en la portada del libro.
Tal como queda escrito en la contraportada, descubre en este libro la vida sexual y sentimental de la dinastía que ha reinado en España en los últimos siglos. Una recopilación histórica totalmente documentada que retrata las intimidades de la vida afectiva de la Família Real Española. Una vez más, la realidad supera la ficción.
Cada capítulo dedicado a los distintos componentes de la dinastía tiene su gracia e interés, pero yo aquí destacaría el referente a Juan Carlos de Borbón, actual rey de España. Más que nada por la proximidad. En realidad, ya conocíamos sus correrías amorosas de casado gracias a, entre otras publicaciones, la BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA que ya hemos comentado desde este sitio. Pero es bueno recordar (sin pretender hacer juicios morales, que ni nos corresponde ni nos apetece, sino como estricta información para los súbditos que pagan los impuestos de los que se nutre el presupuesto de la Casa Real Española) que en el ámbito de la vida afectiva y sexual del monarca, ha sido y es un hombre absolutamente aficionado a las compañías femeninas extramatrimoniales a costa nuestra, hasta el punto de, por ejemplo, tener que pagarle suntuosas cantidades de dinero (unos cinco millones de dólares) a la actriz Bárbara Rey por acceder la Casa Real a los chantajes de ella de divulgar vídeos y demás datos muy comprometedores de su relación.
Sin embargo, se podría decir que, de entre tantas, el título de AMANTE OFICIAL, se lo llevaría la decoradora catalana Marta Gayá, divorciada y residente en un lujoso chalet en la Mola, Mallorca. Desde que se conocieron en 1990, la pareja pasó junta muchos fines de semana y cada vez fueron más frecuentes las escapadas para esquiar o navegar, pasiones que comparten, además de la de arrugar sábanas. El encaprichamiento del rey por ella hizo que abandonara muchas de las obligaciones famiiares e incluso de las oficiales. Las evasiones del rey fueron cada vez más patentes y faltó sin excusa a actos protocolarios, hasta el punto de la escandalosa falsificación de firma para poder publicar un decreto en el Boletín Oficial del Estado, mientras el monarca se encontraba en Suiza entretenido con la mencionada señora. Esta vez, en plena época del presidente Felipe Gonzalez, y por propias filtraciones desde el Gobierno, el escándolo trascendió y muchas revistas y periódicos se hicieron eco del asunto, aunque sin entrar al trapo como hubiera sido necesario y deseable. A parir de ahí, presionado desde su propia familia (pobre reina Sofía, qué humillaciones públicas tiene que tragar) y desde el Gobierno mismo y la opinión pública, el rey no tuvo más remedio que procurarse discreción y aparentar una supuesta ruptura con su proclamada amante.
En definitiva, conciudadanos y consúbditos, este es el Borbón que nos ha tocado en suerte, muy en concordancia con la mayoría de sus antepasados coronados, también de frágil bragueta pagando las putas el pueblo, que este es nuestro triste sino. Y sin chistar, que llueven bastos.
Este es el afortunado e irónico comentario del escritor y articulista Antonio Gala, sobre las monarquías en la actualidad, reproducido en el libro que estamos reseñando: las monarquías son una cosa esencialmente antigua, imposible de modernizar. Si las familias reales, además de sus altos y estáticos privilegios, quieren tener los de pequeños burgueses (amores, celos, cuernos, divorcios, suicidios falsos y otros aditamentos de la vida) por mal camino van. Lo mejor es que se queden en su Olimpo, sin que los escuchemos respirar. Si todos hemos de ser iguales, pues rompemos la baraja.
Para terminar, una reflexión personal a cuento del contenido del libro. Tanto pedigrí dinástico, rimbombante árbol genealógico y poder absoluto heredado, tantas guerras con sus muertes y penalidades empleadas en restablecer supuestos derechos dinásticos, tanta legitimidad basada nada más que en un linaje, en una genética, para después descubrir que el eslabón está roto, perdido, podrido, corrompido por individuos bastardos a los que hicieron pasar por legítimos."